El encanto de los hoteles en WAR inc.

  Michael Herr acuñó el término WAR inc para referirse a los lugares donde antes existió un país pero ahora sólo hay guerra. Estados  sin administración , sin autoridad . La única institución es el entramado financiero y militar que sustenta la guerra entre 2 o más partes que buscan exterminar al adversario .Nunca encontraremos una reseña en Conde Nast Traveller de estos hoteles en zona bélica.Y sin embargo como nos ha recordado el ataque suicida de los talibán contra el Hotel Intercontinental de Kabul  no son una reliquia de la historia .
   No tendrán el refinamiento aristocrático del Hotel Crillon de Paris o el impecable servicio del Savoy londinense pero los hoteles de lujo en zona guerra tienen un encanto especial.¿Por qué?Supongo qué por la misma razón que cuando  subes a un  Túpolev ruso de 50 años no sólo estás volando en avión , te estás jugando la vida con auténtico heroísmo .
 Entre sus huéspedes destacan militares temerarios que idolatran al coronel Custer , periodistas intrépidos , espias de Casino Royale , vendedores de armas y narcotraficantes amorales , diplomáticos conspiradores  , politicos con aspiraciones e incluso hasta alguna celebrity de Hollywood como Angelina Jolie.
  El primero de estos insignes establecimientos , el Nacional , fue donde la entrada de Castro y los barbudos en La Habana  sorprendió a los jerarcas del régimen de Batista.El momento es reflejado magistralmente en el Padrino parte 2 cuando los clientes del Nacional huyen despavoridos hacia el puerto donde tienen amarrados sus yates y barcos que los llevan a Miami.
 Sin embargo para mi  posee un significado más sentimental  el Hotel  Continental de Saigón. Grahan Greene escribió en la habitación 214 El Americano Impasible . El hotel  alojó a los perioditas,fotografos y reporteros que sucedieron a la generación de Heminway y Cartier Bressson . Nunca conocimos la guerra con esa crueldad ni vimos imágenes más espeluznantes . Tipos formidables como Michel Herr , Sean Flynn , Dana Stone ,...Sus crónicas vertebrarían unos años después los personajes de Apocalypse Now y la drámatica escena de la ruleta rusa en The Deer Hunter .
 En la terraza del Continental la nostalgia envuelve el patio flanqueado por enormes árboles que garantizan la intimidad frente al exterior y el bullicio de la Rue Catinat .Incluso uno puede oir en la mesa de al lado a Robert Capa y al general Leclerc indignados ante la imposibilidad de discutir tranquilamente la derrota de Francia en Indochina porque el radiocasette del hijo de Errol Flynn escupe con estruendo los acordes acústicos de Jimmy Hendrix . Junto a él Herr y los demás reporteros narran sus experiencias del día en los arrozales atacados por francotiradores del Vietcong o en helicópteros maniobrando bajo fuego enemigo en la selva. La guerra no es lo que era , debían pensar los 2 veteranos ante la primera guerra rock de la historía .